GENTES, COSTUMBRES,
TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
RECORDAR
TAMBIÉN ES VIVIR.
POR JUAN E. PRADES BEL (Taller de historia, memorias y
patrimonios).
"LOS PETROGLIFOS DEL PEIRÓN O CRUZ DE
TÉRMINO DE LA ERMITA DE SANT FRANCESC DE LA FONT (CASTELLÓN DE LA PLANA)".
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.
INTRODUCCIÓN: Un nuevo lugar, con
presencia de los enigmáticos cruciformes antropomorfos del tipo “señoritas”; un
fenómeno sin resolver.
EXPOSICIÓN:- LA ERMITA: Dentro del término municipal de Castellón de
la Plana se encuentra la ermita rural conocida con el nombre en valenciano de “Sant
Francesc de la Font”. La ermita data su construcción con anterioridad al año
1748, y fue construida en pleno corazón de la huerta castellonense, sobre la partición
natural de las partidas del Cap y de la Molinera, quedando el lugar a unos 4
km. distantes de la ciudad de Castellón. Este templo se halla en una
intersección de cuatro caminos rurales a doble dirección: Camino de Villamargo,
camino de las villas de Benicasim, camino de Castellón, camino del "molí de la Font de la
Reina", camino de "Sant Francesc", "camí del Cap", "camí de La Molinera"...).
- EL PARAJE: El paraje de la ermita de “Sant Francesc de
la Font” está incluido en el amplio y cuidado recinto protegido del Molí de la
Font, un lugar vallado, con arbolado, jardines, bancos, fuente y pozo. Contiguo
a estos dos lugares y en medio del camino se levanta un peirón rural de piedra
o cruz de término “(creu de terme” en lengua valenciana), este monolito es un
tipo de construcción muy bien definida por el diccionario de la lengua española
como un tipo de hito o mojón colocado antiguamente a la entrada o aledaños de
las poblaciones junto al paso de los caminos, y también en las proximidades de
las ermitas y santuarios, como muestra de piedad por parte del pueblo y para su
fomento entre los viajeros. Las cruces de término también marcaban el comienzo
de un territorio rural o de un lugar sagrado, y donde se recibían o despedían
habitualmente las peregrinaciones. Otras finalidades de las cruces de término:
Señalizan vías y caminos. Principalmente avisan de la proximidad de una población.
Delimitan los términos municipales o los linderos particulares. Sugieren a los
viandantes que recen una oración por el motivo religioso en él representado.
Advocan a las ánimas del Purgatorio, o como lugar al que se va a pedir algún
favor especial o petición a la divinidad (lluvia, protección de las cosechas,
alejamiento de plagas, alejamiento de epidemias, salud, …).
- LOS PETROGLIFOS: En este peirón de “Sant Francesc de la Font”, es de resaltar los petroglifos o símbolos antiguos que se encuentran sobre el
pilar de piedra de rodeno, estos fueron grabados en zic-zac a diversas alturas
alrededor del fuste que sujeta la cruz del cimacio. Se trata de grabados esquemáticos en número
de ocho, uno en cada banda del pilar octogonal, las labras son de trazos
sencillos, la composición de al menos tres de ellos, parecen ser de la misma
autoría, la obra parece querer fusionar una "cruz pometada", una letra y una cruz
tumularia, unificándose en una amalgama de trazos que juntos conforman la
imagen de lo que parece ser una figura humana femenina. Quizá el resultado a la
vista no sea solo el mostrar unos graffitis artísticos similares a "Lignums
Crucis", más bien los enigmáticos grabados antropomorfos sean encubridores o
cómplices de otras causas o motivos más espirituales que artísticas. Aparentan
ser más bien grabados simbólicos de finalidad o culto y autoría de momento
desconocidos, en teoría los cruciformes suelen estar ligados generalmente a
todo tipo de promesas, voluntades y a peticiones de protección a la divinidad.
Otra de las teorías de trabajo sobre la propia evolución creativa de estos
dibujos esquemáticos era la de conseguir un fin. La mano de los autores
contempla la ocultación de un tipo de cruz muy concreto, la cruz tumularia. Las
cruces tumularias suelen estar compuestas por una cruz y un túmulo que puede
adoptar o tener distintas formas geométricas. Su motivación de fábrica es
siempre religiosa, dicha iconografía va ligada a los difuntos, el origen de las
cruces tumularias proviene de la intención de dejar constancia de las muertes trágicas
y violentas ocurridas en el lugar o muy próximas de donde han sido esculpidas y
grabadas sobre roca, generalmente suelen guardar en muchos casos la memoria de
antiguos finados de siglos pasados, en gran número víctimas mortales por
motivos de los duelos ritualizados de honor y de muerte con espadas, armas
blancas o pistolas, dichas marcas populares grabadas a modo de petroglifos
invitaban e invitan a día de hoy al creyente, a rezar una oración cristiana por
la memoria y el eterno descanso del alma de aquel difunto anónimo que no tiene
tumba privada, castigado a perpetuidad con la descomulgación, y a permanecer
errante en un Purgatorio infinito por su participación en un acto prohibido (el
duelo a muerte) penado por la justicia y por la iglesia. (JEPB).ADDENDA:
ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL
ARTÍCULO. (POR JUAN E. PRADES):
- (NUEVAS
APORTACIONES, 2020).
SIMBOLOS DE LIBERTAD: Varias teorías sobre las que trabajo (Juan E. Prades) apuntan a la posibilidad de que pudiese existir una
estrecha relación cultural entre este tipo de petroglifos transfigurados, y de otros similares que he tratado en otros artículos, que parecen condensar en si similitudes aventajadas y cambios evolutivos en las formas de los dibujos, quizá para intentar adaptarse y ser aceptado y respetado por la cultura cristiana, un mimetismo esquemático que parece ser trazado por los miembros de algún tipo se secta, con el respeto público conseguido hacia dichos símbolos, les permitía no revelar su verdadera naturaleza tal vez orientado hacia arraigos culturales bereberes, que venían arrastrados en la Península Ibérica desde hace siglos, perviviendo a través de un camuflaje simbólico visible, pero muy bien disimulado por las
antiguas sociedades de moriscos conversos sobrevividos a la expulsión de la península. Como conclusión, planteo como hipótesis de trabajo, de que los petroglifos son reminiscencias culturales prehistóricas de unas costumbres ancestrales, conservadas mayormente entre los pueblos Imazighen, como es un buen ejemplo el signo de la
figura Imazighen, plásticamente es un símbolo prehistórico antropomorfo milenario, que representa a los humanos que se identifican como hombres libres que defienden con tenacidad su cultura y su tierra.
LOS IMAZIGHEN: Los Imazighen (tradicionalmente
beréberes) pueden definirse como el conjunto de pueblos que ocupaba desde
tiempos remotos, la práctica totalidad del norte de África, desde Siwa en Egipto
hasta el océano Atlántico, sedentarios), actividades económicas (comerciantes,
ganaderos, agricultores…), creencias religiosas (musulmanes, cristianos,
judíos, politeístas…). Teniendo en cuenta esta realidad, ser beréber consiste, más que en una etnia, en formar parte de un grupo sociocultural y
lingüístico, cuyos elementos diferenciadores son tener una ascendencia
norteafricana y como lengua materna una de las modalidades de la familia del tamazigh, protagonistas silenciados, desconocidos por las fuentes oficiales de
los grandes imperios, los Imazighen son citados de innumerables formas. Su
conexión con el islam les acarreó las transformaciones más radicales que han
visto, su arabización les ha diluido y transformado en otro pueblo.
TAMAZIGH:
El tamazigh es la rama más difundida de las lenguas bereberes.
BIBLIOGRAFIA,
WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
-Prades Bel, Juan E. (2016) : “Los petroglifos de la antigua iglesia de
Benicalaf (Benavites, Valencia)”.
-Prades Bel, Juan E. (2016) : “El petroglifo del pórtico del ayuntamiento
de Miravete de la Sierra (Teruel, Aragón).
-Margalé Herrero, Rafael y Margalé Alzórriz, Alvaro (2002): Los peirones
en las comarcas del Jiloca y campo de Daroca. Calamocha, Centro de Estudios del
Jiloca.
-Edo Hernández, Pilar (2007): "Algunas tradiciones y costumbres en
torno a los peirones de Bañón", en Cuadernos del Baile de San Roque, 20,
pág. 23-46.
-Fuertes Marcuello, Julián (1995): "Los peirones, monumentos
característicos de Aragón", en el Boletín de la Casa de Aragón en Madrid,
p. 36-39.
-Utrillas Valero, Ernesto (1999): "Los peirones de Visiedo", en
Xiloca, 24, pág. 79-111.
-Calvo Berbegal, Ignacio (1988): "Los peirones de Tornos",
Xiloca, 2, pág. 45-58.
-Carreras Alvar, Antonio Manuel (1984): "Tornos, un pueblo cargado
de peirones", en Narria. Revista de Estudios de Arte y Costumbres
Populares, nº 34-35, pág. 7-11.
ARCHIVO FOTOGRÁFICO: SANT FRANCESC DE LA FONT/ SAN FRANCISCO DE LA FUENTE.
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El Símbolo amazigh de los orgullosos pueblos bereberes, fue
grabado sobre el cemento fresco de un muro junto al nacimiento del río
de Ouzoud (Marruecos), fotografiado por Julio Alvarez Rubio. |